Según la CEPAL en su Anuario Estadístico 2022, en América Latina el 32.3% de personas viven en situación de pobreza. De ellos, 12.9% viven en pobreza extrema. He ahí la importancia de incorporar y trabajar con herramientas que fomenten la inclusión financiera para que toda persona pueda acceder a una vida digna.
La banca comunal es una herramienta que se ajusta a este tipo de perfiles, ya qué está diseñada para tener un impacto continuo y terminar con la pobreza mediante la facilitación del acceso a los servicios de ahorro, crédito e inversión para las personas que carecen de servicios financieros regulados dentro del sistema tradicional, aportando así, a la inclusión financiera.
Los bancos comunales responden efectivamente a las necesidades de este sector a través de servicios simples y flexibles capaces de mejorar la seguridad económica. A su vez, impulsan el empoderamiento local y un desarrollo social sostenible, impactando en la adquisición de nuevas capacidades y un cambio de comportamiento general en materia de salud, nutrición, alfabetización y conservación ambiental.
- A los microempresarios les facilita el incremento de ingresos, obteniendo recursos flexibles que pueden utilizar para mejorar sus estrategias productivas.
- En los hogares, el plazo reducido de los préstamos y los pagos frecuentes estimulan actividades que producen un flujo más estable de ingresos.
En el contexto actual, es evidente el crecimiento de la digitalización y la adopción de diversas tecnologías en el ámbito de las microfinanzas, que permiten simplificar labores y procesos, al mismo tiempo que refuerzan la base de la banca comunal. Contribuyendo a la promoción de la inclusión financiera y al desarrollo de prácticas financieras sostenibles.
En esta línea de pensamiento, es esencial continuar ideando plataformas que se ajusten de manera más precisa a las circunstancias y requisitos específicos de cada grupo demográfico para facilitar el bienestar económico, mejorar la calidad de vida y fomentar un crecimiento holístico en estos segmentos de la población.
Un aspecto que merece destacarse en todo este proceso es la orientación inquebrantable hacia el cliente, de forma individual y en un esquema grupal. Generando un auténtico compromiso para garantizar el acceso equitativo a servicios financieros más justos e inclusivos para todos.